7.2.07
Ubicacion Geografica
Superficie: 72.066 Km² Población: 486.559 habitantes Densidad: 6,8 Hab./Km² Capital: Formosa
La Capital
Formosa
Formosa - Fotos: Casa de la provincia de Formosa
Formosa se ubica sobre la costa occidental del río Paraguay. Su nombre deriva del vocablo español fermoso, aludiendo a la belleza del lugar. Su Museo Histórico Regional contiene colecciones relacionadas con las ciencias naturales, la historia y la antropología locales. Su Casa de Gobierno, declarada Monumento Histórico Nacional, alberga la Galería de los Gobernadores.
Capital de la provincia homónima, la ciudad de Formosa se encuentra en la región noreste de la República Argentina. Debe su nombre a un recodo del río Paraguay llamado Vuelta Fermosa o Hermosa, donde se hallaba una reducción jesuítica en al año 1673.
Para acceder a esta región del país se puede optar por la vía terrestre a través de la Ruta Nacional Nº11 o por vía aérea hasta el aeropuerto de la ciudad.
Formosa está asentada en un plano con una inclinación suave hacia el este, donde se forman esteros y cañadas que favorecen el desarrollo de selvas y meandros por los excesos de aguas locales.
La naturaleza formoseña es un remanso de colorido y benignidad climática que atrae al turista. Inmersa en un clima cálido subtropical húmedo, presenta temperaturas entre los 22º y 33ºC en verano y entre los 12º y 23ºC en invierno, en una zona de abundantes precipitaciones durante todo el año.
Formosa es una ciudad dinámica y moderna, con amplias avenidas y tupidas arboledas que acompañan al visitante en cada recorrido.
Posee un puerto en la hidrovía Paraná-Paraguay, que constituye un punto de desarrollo importante para el comercio regional.
La localidad posee extensas áreas de cultivos de hortalizas, pero su principal riqueza es la explotación forestal de quebracho colorado, cedro y timbó.
Turísticamente es una región con un inmenso territorio que se presta al misterio por no ser muy conocida. Hoy abre sus puertas al turismo de aventura y al contemplativo, ofreciendo flora, fauna, ríos, artesanías y bellos paisajes en su máxima pureza y autenticidad.
Las actividades que no pueden dejar de realizarse al pasar por Formosa son: un descenso en piragua por el riacho de Monte Lindo Grande o por el río Bermejo, cabalgatas o excursiones en 4x4 por la Reserva Natural Guaycolec.
Tampoco debería dejar de visitarse la Isla de Oro y el Parque Botánico Forestal Ing. Lucas A. Tortorelli.
En la ciudad de Formosa atrae la atención del visitante el sobrio estilo de la Casa de Gobierno, la fachada de la Iglesia Catedral Nuestra Señora del Carmen, la fábrica de tanino y el balneario y ribera del río Paraguay, donde se puede desarrollar una interesante práctica de pesca deportiva.
En la paleta del paisaje formoseño, gente cordial y hospitalaria da la bienvenida a esta tierra fascinante.
Formosa - Fotos: Casa de la provincia de Formosa
Formosa se ubica sobre la costa occidental del río Paraguay. Su nombre deriva del vocablo español fermoso, aludiendo a la belleza del lugar. Su Museo Histórico Regional contiene colecciones relacionadas con las ciencias naturales, la historia y la antropología locales. Su Casa de Gobierno, declarada Monumento Histórico Nacional, alberga la Galería de los Gobernadores.
Capital de la provincia homónima, la ciudad de Formosa se encuentra en la región noreste de la República Argentina. Debe su nombre a un recodo del río Paraguay llamado Vuelta Fermosa o Hermosa, donde se hallaba una reducción jesuítica en al año 1673.
Para acceder a esta región del país se puede optar por la vía terrestre a través de la Ruta Nacional Nº11 o por vía aérea hasta el aeropuerto de la ciudad.
Formosa está asentada en un plano con una inclinación suave hacia el este, donde se forman esteros y cañadas que favorecen el desarrollo de selvas y meandros por los excesos de aguas locales.
La naturaleza formoseña es un remanso de colorido y benignidad climática que atrae al turista. Inmersa en un clima cálido subtropical húmedo, presenta temperaturas entre los 22º y 33ºC en verano y entre los 12º y 23ºC en invierno, en una zona de abundantes precipitaciones durante todo el año.
Formosa es una ciudad dinámica y moderna, con amplias avenidas y tupidas arboledas que acompañan al visitante en cada recorrido.
Posee un puerto en la hidrovía Paraná-Paraguay, que constituye un punto de desarrollo importante para el comercio regional.
La localidad posee extensas áreas de cultivos de hortalizas, pero su principal riqueza es la explotación forestal de quebracho colorado, cedro y timbó.
Turísticamente es una región con un inmenso territorio que se presta al misterio por no ser muy conocida. Hoy abre sus puertas al turismo de aventura y al contemplativo, ofreciendo flora, fauna, ríos, artesanías y bellos paisajes en su máxima pureza y autenticidad.
Las actividades que no pueden dejar de realizarse al pasar por Formosa son: un descenso en piragua por el riacho de Monte Lindo Grande o por el río Bermejo, cabalgatas o excursiones en 4x4 por la Reserva Natural Guaycolec.
Tampoco debería dejar de visitarse la Isla de Oro y el Parque Botánico Forestal Ing. Lucas A. Tortorelli.
En la ciudad de Formosa atrae la atención del visitante el sobrio estilo de la Casa de Gobierno, la fachada de la Iglesia Catedral Nuestra Señora del Carmen, la fábrica de tanino y el balneario y ribera del río Paraguay, donde se puede desarrollar una interesante práctica de pesca deportiva.
En la paleta del paisaje formoseño, gente cordial y hospitalaria da la bienvenida a esta tierra fascinante.
Historia y Leyenda
Formosa, de raíz india
La provincia de Formosa fue habitada, sobre todo, por tres grandes grupos de aborígenes que vivían en distintas regiones. Ellos eran los tobas, los matacos y los pilagás.
Estos grupos arribaron al territorio después de verse obligados a emigrar de la selva boliviano-paraguaya. Huían de las tribus cuya ferocidad atentaba contra la seguridad de sus vidas.
Las tribus chaqueñas que habitaban este suelo eran de distinto origen lingüístico y practicaban una economía cazadora y recolectora. Se distinguían los guerreros abipones y los canoeros payaguás, a orillas de los grandes ríos; hacia el interior estaban los guerreros matacos y hacia el oeste los chiriguanos.
Existían, además, comunidades de mocovíes cerca de los abipones y chulupíes junto a los chiriguanos. Con la palabra guaraní guaicurú se designó a tobas y pilagás, con mataco-mataguayos, a los que ocupaban el oeste.
Los guaycurúes y los mataco-mataguayos se parecían culturalmente, por lo que se los denominaba "chaquenses típicos". Se hallaban organizados en grupos y su vida se desarrolla aún hoy en un ambiente de trabajo primario. Dedican su vida a la confección de trabajos en maderas, tallas, mates, ceniceros, artículos de totora, paja y palma, a la construcción de sillas, canastos, sombreros y balsas. Los cestos que confeccionan sirven para guardar granos, los decoran con guardas y hacen además jarrones y tinajas. Cada grupo posee sus costumbres, lengua y vestimenta propias.
La presencia de los indios matacos fue muy importante y aguerrida en la zona de los primeros asentamientos estables, sobre todo en el centro de la provincia.
Eran básicamente pescadores y recolectores, pero también practicaban la caza y la agricultura como actividades secundarias. Habitaban las regiones aledañas a los ríos Pilcomayo, Bermejo y Teuco. La pesca la realizaba con arpónes de unos cuatro metros de largo. Vivían en chozas de ramas y paja, sin puertas ni muebles, y se vestían con pieles de venado.
Transcurrida la segunda mitad del siglo XIX, los distintos grupos aborígenes asentados en las márgenes del río tomaron contacto con el primer blanco que se apostó en la región: el dueño de la primera compañía a vapor del Bermejo, Natalio Roldán. La desconfianza inicial que le tuvieron fue vencida en poco tiempo por el buen trato y, pronto, casi dos mil de ellos comenzaron a trabajar en las obras emprendidas.
La ciudad de Formosa fue fundada el 8 de Abril de 1879 por el comandante Luis Jorge Fontana.
El 1º de octubre de 1884, por la ley Nº 1532, se erigió en Gobernación Nacional. Su primer gobernador fue el cnel. Ignacio Fotheringham.
Formosa fue declarada provincia de la República Argentina recién el 30 de Junio de 1955 y su primer gobernador constitucional fue el dr. Luis Gutnisky.
La política nacional hacia los indígenas se completó con las misiones religiosas. Luego de realizar un vasto reconocimiento de distintas zonas del Noreste y, tras largas gestiones, en el año 1899 surgió la Misión de San Francisco Solano de Tacaaglé sobre el río Pilcomayo. Su fundador fue el padre Terencio Marcucci, quien recibió 20.000 hectáreas de laboreo para los indios tobas.
En líneas generales, el funcionamiento de la misión seguía el modelo de las misiones jesuíticas instaladas hasta el siglo XVIII. La misión compraba toda la producción a cada familia productora con un precio uniforme y luego la colocaba en la plaza de Formosa.
En plena conquista, sin embargo, el contacto entre misioneros y aborígenes conoció momentos muy difíciles, cuando la exploración del Bermejo implicó la muerte de misioneros jesuitas, como el padre Gaspar Osorio y el padre Ripari, sacrificados en 1639. Años después, corrieron la misma suerte el padre Salinas y Pedro Ortiz de Zárate. El martirio de algunos abrió camino para el trabajo abnegado de otros, que en oleadas sucesivas y con suerte desigual fueron llegando a estas tierras.
El sacerdote Franciscano Roque Chielli dedicó los mejores años de su vida a ayudar a los chiriguanos y sus primeros años de trabajo transcurrieron en la misión La Loma de El Tabacal hasta que, en 1970, un acontecimiento imprevisto sacudió su pacífica existencia: llegó la orden de desalojar de inmediato.
La catequesis de los franciscanos entre los aborígenes se distinguió por un gran respeto a su lengua y sus costumbres.
La provincia de Formosa fue habitada, sobre todo, por tres grandes grupos de aborígenes que vivían en distintas regiones. Ellos eran los tobas, los matacos y los pilagás.
Estos grupos arribaron al territorio después de verse obligados a emigrar de la selva boliviano-paraguaya. Huían de las tribus cuya ferocidad atentaba contra la seguridad de sus vidas.
Las tribus chaqueñas que habitaban este suelo eran de distinto origen lingüístico y practicaban una economía cazadora y recolectora. Se distinguían los guerreros abipones y los canoeros payaguás, a orillas de los grandes ríos; hacia el interior estaban los guerreros matacos y hacia el oeste los chiriguanos.
Existían, además, comunidades de mocovíes cerca de los abipones y chulupíes junto a los chiriguanos. Con la palabra guaraní guaicurú se designó a tobas y pilagás, con mataco-mataguayos, a los que ocupaban el oeste.
Los guaycurúes y los mataco-mataguayos se parecían culturalmente, por lo que se los denominaba "chaquenses típicos". Se hallaban organizados en grupos y su vida se desarrolla aún hoy en un ambiente de trabajo primario. Dedican su vida a la confección de trabajos en maderas, tallas, mates, ceniceros, artículos de totora, paja y palma, a la construcción de sillas, canastos, sombreros y balsas. Los cestos que confeccionan sirven para guardar granos, los decoran con guardas y hacen además jarrones y tinajas. Cada grupo posee sus costumbres, lengua y vestimenta propias.
La presencia de los indios matacos fue muy importante y aguerrida en la zona de los primeros asentamientos estables, sobre todo en el centro de la provincia.
Eran básicamente pescadores y recolectores, pero también practicaban la caza y la agricultura como actividades secundarias. Habitaban las regiones aledañas a los ríos Pilcomayo, Bermejo y Teuco. La pesca la realizaba con arpónes de unos cuatro metros de largo. Vivían en chozas de ramas y paja, sin puertas ni muebles, y se vestían con pieles de venado.
Transcurrida la segunda mitad del siglo XIX, los distintos grupos aborígenes asentados en las márgenes del río tomaron contacto con el primer blanco que se apostó en la región: el dueño de la primera compañía a vapor del Bermejo, Natalio Roldán. La desconfianza inicial que le tuvieron fue vencida en poco tiempo por el buen trato y, pronto, casi dos mil de ellos comenzaron a trabajar en las obras emprendidas.
La ciudad de Formosa fue fundada el 8 de Abril de 1879 por el comandante Luis Jorge Fontana.
El 1º de octubre de 1884, por la ley Nº 1532, se erigió en Gobernación Nacional. Su primer gobernador fue el cnel. Ignacio Fotheringham.
Formosa fue declarada provincia de la República Argentina recién el 30 de Junio de 1955 y su primer gobernador constitucional fue el dr. Luis Gutnisky.
La política nacional hacia los indígenas se completó con las misiones religiosas. Luego de realizar un vasto reconocimiento de distintas zonas del Noreste y, tras largas gestiones, en el año 1899 surgió la Misión de San Francisco Solano de Tacaaglé sobre el río Pilcomayo. Su fundador fue el padre Terencio Marcucci, quien recibió 20.000 hectáreas de laboreo para los indios tobas.
En líneas generales, el funcionamiento de la misión seguía el modelo de las misiones jesuíticas instaladas hasta el siglo XVIII. La misión compraba toda la producción a cada familia productora con un precio uniforme y luego la colocaba en la plaza de Formosa.
En plena conquista, sin embargo, el contacto entre misioneros y aborígenes conoció momentos muy difíciles, cuando la exploración del Bermejo implicó la muerte de misioneros jesuitas, como el padre Gaspar Osorio y el padre Ripari, sacrificados en 1639. Años después, corrieron la misma suerte el padre Salinas y Pedro Ortiz de Zárate. El martirio de algunos abrió camino para el trabajo abnegado de otros, que en oleadas sucesivas y con suerte desigual fueron llegando a estas tierras.
El sacerdote Franciscano Roque Chielli dedicó los mejores años de su vida a ayudar a los chiriguanos y sus primeros años de trabajo transcurrieron en la misión La Loma de El Tabacal hasta que, en 1970, un acontecimiento imprevisto sacudió su pacífica existencia: llegó la orden de desalojar de inmediato.
La catequesis de los franciscanos entre los aborígenes se distinguió por un gran respeto a su lengua y sus costumbres.
EL PARQUE NACIONAL RÍO PILCOMAYO.
Sus 47.000 Ha protegen un área donde predominan esteros, bañados y sabanas de palma blanca o caranday. En los terrenos más altos hay islotes de monte y sobre las orillas del Pilcomayo crece una densa selva de galería. En los esteros y áreas anegadas está la mayor densidad y variedad de aves del ecosistema: la espátula, la garza blanca, el chajá y el jabirú o tuyuyú. En este ambiente habitan dos especies de yacarés o caimanes sudamericanos. Entre los mamíferos se destacan el mayor cérvido de Sudamérica, el ciervo de los pantanos -los machos pueden superar 1 m de altura y los 100 Kg de peso y muestran una cornamenta gruesa y ramificada-, el oso hormiguero y el tatú carreta. El carpincho o capibara, el roedor más grande del mundo, permanece sumergido en el agua durante las horas de calor.
Reserva Natural Formosa
Esta Reserva Natural se creó en el año 1968 para proteger una muestra del Chaco Occidental. Tiene una superficie de 10.000 hectáreas. Se halla situada en el oeste de la Provincia de Formosa, entre las localidades de El Yacaré y La Florencia, sobre la margen norte del río Teuco.
El limite con Ia Provincia de Salta está a 60 km. y la localidad mas cercana es Ingeniero Juárez, a 65 km. hacia el noroeste.
Aspectos de su naturaleza
Esta área natural tiene una diversidad floristica muy importante. Se destacan en los albardones a orillas del río Teuco o Bermejo y el Teuquito un monte denso con especies como el palo amarillo, el algarrobo blanco, la mora, el palo bolilla y el zapallo caspi. Una apreciable superficie de la reserva, en el bajo interfluvial, tiene la única muestra protegida en el sistema de Parques Nacionales con bosques de palo santo. Este árbol posee una madera muy apreciada por su dureza, tonalidad verdosa y bello veteado, habiendo sido drásticamente talado en toda su acotada distribución. Aquí vive en formaciones donde es dominante, con un sotobosque ralo con abundancia de cactáceas de gran porte como por ejemplo el ucle y el cardón.
En los sectores costeros y sometidos a inundaciones y desbordes periódicos del Bermejo o Teuco, se pueden observar bosques de sauce criollo y de palo bobo o aliso de río.
El limite con Ia Provincia de Salta está a 60 km. y la localidad mas cercana es Ingeniero Juárez, a 65 km. hacia el noroeste.
Aspectos de su naturaleza
Esta área natural tiene una diversidad floristica muy importante. Se destacan en los albardones a orillas del río Teuco o Bermejo y el Teuquito un monte denso con especies como el palo amarillo, el algarrobo blanco, la mora, el palo bolilla y el zapallo caspi. Una apreciable superficie de la reserva, en el bajo interfluvial, tiene la única muestra protegida en el sistema de Parques Nacionales con bosques de palo santo. Este árbol posee una madera muy apreciada por su dureza, tonalidad verdosa y bello veteado, habiendo sido drásticamente talado en toda su acotada distribución. Aquí vive en formaciones donde es dominante, con un sotobosque ralo con abundancia de cactáceas de gran porte como por ejemplo el ucle y el cardón.
En los sectores costeros y sometidos a inundaciones y desbordes periódicos del Bermejo o Teuco, se pueden observar bosques de sauce criollo y de palo bobo o aliso de río.
20.11.06
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